Estaba dando vueltas y vueltas sobre mi cabeza, me tenía algo sorprendido, después de todo es poco común que una mariposa se quede tanto tiempo volando sobre un tipo que yace medio muerto en medio del callejón. Hasta ese momento todo era más que normal, después de haber buscado la pelea (como cada jodido fin de semana), era costumbre del perdedor quedarse algunas horas recuperando algo de fuerzas, no importaba la hora de mi llegada, tenía hasta antes del amanecer para caminar a la habitación que compartía con mi amante de turno, pero no podía llegar a casa sangrando y manteniendo apenas el quilibrio, no me pareció correcto.
Esta vez mi "pareja" (¿acompañante? ¿amante? ¿nene de turno?) era un muchachito precioso, parecía tener menos edad de la que en realidad tenía y eso me conquistó, aunque estaba menos trastornado que los chicos de siempre (lo que es una lástima). No puedes tenerlo todo, es contra las reglas.
[Continuará].
No hay comentarios:
Publicar un comentario