No vale la pena perder la vida por defender algo material, pero cuando tienes algo con qué defenderte, hazlo, ¿palo?, québrales las piernas ¿arma? dispárales en los pies.
A ver si les quedan ganas de seguir robando con un hueso fracturado o si quedan cojos.
Siempre recuerda que los héroes muertos no pagan deudas ni mantienen familias.
Nota mental: anotar con lujo de detalles las circunstancias que rodearon este inusual encuentro.
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