miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cortísimas excepciones

Al espejo


Descubrió con sorpresa que los oscuros círculos alrededor de sus ojos no eran ojeras; después de todo era sonámbulo, no insomne.

El arte de envolver   

No sabía cómo, pero el furoshiki atrapó, en un nudo apretado, su dedo. Se asustó, su mano se coloreaba violácea, el cursillo no le había servido.

Sabes que es un mal chiste

Cuando mi hermana era pequeña me decían “señora”; ahora que mi hermana es mayor, me dicen “lesbiana”.

Te reíste

Tengo tanta flojera que levanto los brazos estirando todo mi cuerpo. En un descuido mi cortísima polera se levanta demasiado. Me ha visto las tetas.

Siempre tentando la suerte

Cuando estaba pensando que aquel bosque no tenía fin, entre la bruma le pareció ver una planicie. Los acantilados, casi nunca, demuestran piedad.

Sospechas

¿Sabes? el enorme espacio se llena con la palabra Arthur, no Jean.

Curiosidad

A la orden del espéculo no puedes esconder nada, ella lo sabía, sin embargo se sonrojó e intentó cubrir el vello púbico con sus manos nerviosas.

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