viernes, 24 de febrero de 2017

Restableciendo algunas ideas sobre un proyecto que ha resultado exitoso



Miré incrédula el blog, dudando un poco de la seriedad del proyecto que se describía: cincuenta ejemplares, tapas de cartón recuperado de la calle, cada portada única –diseñada con elementos de desecho y pintada a mano− y bajísimo costo. El 2010 fue la primera vez que leí acerca de un proyecto cartonero en La Serena, al año (desafortunadamente, pues pudo dar paso a otros proyectos editoriales independientes en la ciudad) se disolvió dejando atrás sólo un libro publicado, el que se regaló a poco interesados asistentes en una presentación de la Feria del Libro, en verano. En ese tiempo –aquel año− leí todo lo que encontré sobre las emergentes editoriales cartoneras, la historia es historia (quien quiera buscarla y conocerla, la encontrará en detalle), sin embargo, no es eso lo que más llamó mi atención, sino la exitosa continuidad de esta comunidad de editores. Tengo la certeza de que las bases iniciales de los proyectos cartoneros se han adaptado a las distintas necesidades y realidades sociales de las ciudades en donde se desarrollan actualmente, que han cambiado con el tiempo (en ocasiones incluso desvirtuando las bases generadoras de todo el movimiento cartonero) y que no todos los autores optarían por publicar con una “cartonera”, pero es admirable la paciencia con que muchas personas, de muchos países, ciudades y distintas comunidades, han tomado un proyecto editorial cartonero en sus manos, a pesar del tiempo y lo complicado que resulta posicionar una nueva editorial independiente –no sólo en nuestro país− ; además de seguir con la idea de “comunidad”, agrupando distintas editoriales cartoneras (con características que los distinguen y otras que los destacan) en encuentros, promoviendo sus ideas a través de talleres e involucrándose con su entorno, difundiendo la idea de que cualquiera puede ser parte de la industria editorial.         

Publicado en Revista Escarnio N°59 - Edición Hermana con Editorial Isidora Cartonera.   

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