¿Qué hago con mis pies sobre esta tierra maldita? mi cabeza no para de doler...
Aquella píldora de felicidad ya no tiene esa carita feliz, hoy solo es una aspirina más.
¡Recuerdo el tiempo en que Saturno era grande! escribiendo a lápiz con el corazón sangrante,
con sus manos entumecidas, siempre de noche.
Siento que la cabeza se me parte y no hay remedio para la locura.
He dicho tal como lo he sentido...
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