domingo, 10 de octubre de 2010

El encuentro de dos niños perdidos.

Aquella niña tan linda apenas tiene diez años, ella jamás se ha encontrado con otro niño, apenas si conoce a otros seres humanos y es que vive en una pequeña casa en medio del bosque de eucaliptos. Los padres de la niña casi nunca están en casa porque deben hacer trabajos importantes en los pueblos cercanos, uno de esos trabajos consiste en deshacerse de los niños que nadie quiere, así estos “abandonados” no andan vagando y molestando a la gente que resuelve asuntos importantes de sus vidas, otro de sus trabajos es transformar a esos niños en algo útil y así la familia obtiene algunas ganacias extra.

El niño de cabello enmarañado ha sido abandonado por su madre, apenas tiene cinco años. Una madrugada en que nadie la vigilaba, la mujer dejó a su hijo junto a los cerdos para que lo devoraran por la noche, aunque no contaba con que una madre puerca protegiera al “abandonado”, así este niño se salvó de un destino cruel para caer inevitablemente en uno peor. Tras algunos días de caminar sin rumbo, la familia de la niña del bosque lo encuentra y lo mete a un enorme saco que lleva la etiqueta de “insectos muertos” bordada a un costado. El niño apenas se mueve dentro del saco, no ha comido en días y el frío hace que sus extremidades le duelan.

La niña se acerca curiosa a lo que acaban de traer sus padres y ve unos delgados dedos que se asoman, rapidamente busca el martillo para golpear a aquel ser que balbucea y se estremece dentro del saco. ¿Qué clase de animal produce ese sonido tan extraño?, la niña se siente confundida, por un lado siente cierta familiaridad con aquel ser que sigue gimiendo dentro del saco, pero al mismo tiempo siente mucho miedo ¿y si “eso” la quiere devorar?. Quiero que me ayudes por favor, al escucharlo la niña se convence de que el contenido del saco no son insectos muertos y decide investigar, se lleva el saco a su habitación.

La niña busca en su casa dos platos, llena uno con restos de comida y otro con un poco de agua, los coloca cerca del borde del saco. El niño asoma su cabeza y con miedo se acerca a los platos, bebe de uno e intenta masticar algo del otro. La niña, fascinada, acerca su mano y acaricia la cabeza del extraño animal que se deja ver por la abertura del saco. ¡Mama papá! ¿puedo quedármelo?.

1 comentario:

Virgilio dijo...

“El otro: Un desconocido es menos que un animal, un desconocido es menos que una cucaracha.” dice el texto en una obra del teatro del absurdo de Jorge Díaz. Esta sería una explicación a lo más particular que leí en este escrito. “Insectos muertos” bordado a un costado.
Este texto que tiene características surrealistas, en especial, en una especie de Humor Negro introducido en la historia, el cual Bretón decía que era el manifiesto del surrealismo, y no la escritura automática como muchos creen. Demuestra el ismo que pudo mostrar el escrito. Además volviendo al detalle de “insectos muertos” estas son pequeñas cosas que también la escritora y pintora mexicana Leonora Carrington usaba. Pequeños detalles como un saco bordado con flores de lis el cual puso en su cuento Un estreno en sociedad.