lunes, 13 de diciembre de 2010

La pataleta del niño sin brazos

Hace algunos meses me encontraba en una ciudad que no me era familiar, recorrí algunas calles intentando despejar un poco mi mente, el odio es difícil de olvidar, los disgustos provocados por una actividad que te fascina también -sé que suena extraño, pero hay personas que se dedican a arruinar las cosas buenas, las cosas que yo disfruto-. El niño sin brazos no iba de la mano de su madre, simplemente caminaba a su lado y miraba a las personas que se detenían a mirarlo. Me senté y vi a su madre empujarlo varias veces, con fuerza, con odio. El niño sin brazos amenazaba con llorar, supuse que sus lágrimas caerían sobre sus mejillas sin el menor sonido de fondo, la gente le dedicaría miradas de ojos vidriosos y algún héroe adolescente le regalaría un juguetito para que pasara su pena. Cinco cuatro tres dos uno, me levanté con toda la intención de evitar las miradas de lástima sobre el niño, pero cuando dejé de verlo gritó tan fuerte que todas las personas alrededor lo miraron, yo no pude evitar voltear a verlo. El niño sin brazos cayó de rodillas y ante la mirada de terror de todos azotó la cabeza varias veces contra el pavimento. La madre pacientemente se sacó la chaqueta y abultándola la colocó entre la cabeza de su hijo y el piso, luego se sentó frente al niño, ellas sonreía y podía adivinar en la posición de su cuerpo cierta satisfacción. ¿Eso explicaba que el niño sin brazos tuviera un cráneo tan absurdamente deforme?. 

1 comentario:

Virgilio dijo...

Cortázar cuando habla de los textos de Edgar Allan Poe, menciona que el escritor norteamericano nunca sintió que su cuento era similar al anterior, que siempre eran con un estilo diferente, el cual se tiene ignorado en el mundo de la lectura, tachándolo como solo un autor de historias de terror. ¿Por qué menciono esto antes de esta opinión de este cuento? porque aborda una “desfiguración grotesca del ambiente” (uno de los estilos desconocidos de Poe) en donde, en este escrito, no se inmuta en presentar risibles imágenes, no en forma de critica como es lo mas fácil e inútil que puede haber, sino como ya lo mencione en otra opinión, una especie de Humor Negro, pero esta se acerca mas al extremo dando un gran efecto al lector. Además una característica de este texto y otros, es que esta escrito para un efecto o una llegada al lector, es decir esta escrito para que alguien lo Lea (cosa obvia pero que muy a menudo se olvida) esto se ve en que forma Francis una especie de complicidad con el lector, haciendo preguntas como si el texto cobrara vida, uniendo al lector, incluso me atrevería a decir que esta es la gran característica de Francis que obviamente debe nutrir y destruir, para dar paso a nuevos estilos, como va haciendo desde hace un par de cuentos.