Con un
paso en falso mi rostro va a dar cerca de la taza del baño, de rodillas el olor
ácido del vómito llega a mi nariz, me levanto y una arcada alcanza a deformar
mi rostro. Me bajo los pantalones tratando de no dejarlos caer al piso y bajo
mis bragas, tengo prisa. Me equilibro
cerca de la taza, me da asco que mis piernas toquen algo que ha estado en
contacto con otras miles de piernas -piernas
de señoritas con urgencias urinarias. Largo el chorro rápido, con mi trasero
lejos de la taza, acabo. Busco en mis bolsillos algo para limpiarme, solo
encuentro un pequeño rectángulo rojo con un rostro apático, bueno -me dije-,
después de todo es papel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario