«Ellas
salen de un vientre enfermo, destrozan a la madre en tanto comienzan a
gestarse, no hacen más que crecer en proporciones monstruosas y orientación
equivocada. Ambas con el cráneo y el
cuello rígido, fundidas en una placa sólida de hueso. Mirando el desafortunado
producto, intuyes que son dos seres incompatibles con un útero de
características normales.»
Eran un
ser grotesco, la representación de una pesadilla.
«Ambas
sonríen con la presencia de la cámara, les gusta la atención de todos los
doctores, enfermeras, curiosos y camarógrafos, así fue mientras sacaban a la
madre muerta por la puerta de atrás, el primer día en que se filmaba el gran
documental. Se puede ver claramente. Se puede ver claramente la marca que
distingue la unión, para evitar posibles fracturas por la disposición de ambos
cuerpos (además de evitar provocar morbo en el televidente) colocaremos una
banda metálica que ayude a mantener la grotesca unión fuera de la vista,
después de todo este documental es para toda la familia.»
Contesto
mi celular. Sí, sí. Sólo tienes que revisar cada cosa que haga, registrar y
escribir en orden los procesos, nada más. Es sencillo, por favor. Hazle saber
que estoy muy enfadada con esto, es muy simple, por favor, no daré más
instrucciones… no moveré un dedo hasta que su parte esté lista.
«Para
nuestra comodidad, hemos descrito y manipulado todo para que ustedes, queridos
televidentes lo vean y lo vivan desde el primer momento. Por supuesto nuestros
monstruos están bien, es todo parte de lo que consideramos correcto, está todo
bien bajo éstas cámaras.»
Pasados
los minutos hablando por celular, reclamos terminados, mi atención regresa al
documental. Las muchachas se ven grandes, adultas. Creo que la conversación ha
durado más de media hora. Me interesan los monstruos.
«Como
pueden ustedes ver, no salieron las cosas bien para ambas. La del lado derecho
−y con mejor salud−, permítanme decir que parió con éxito, ella está recostada
con la guagua en brazos, ella permaneció toda su vida acostada, obligada por la
otra mujer a pasar la vida sobre su espalda. La otra en cambio, hinchada y de
piel violácea, a unos días de la putrefacción, aunque viva, pero destrozada; no
logró el propósito de parir. Con el acercamiento a un costado, podemos ver que
la posición adoptaba a la fuerza: de rodillas y a cuatro patas, no le fue
beneficiosa, su crío destrozó su vientre. Podemos decir con seguridad que
dentro de las próximas horas, morirá. Aún no sabemos qué la mantiene con vida
pues tiene el abdomen destrozado y tiene el aspecto de un cadáver de días,
hinchado y verde violáceo.»
Se me
queda en la cabeza la imagen del monstruo que morirá en unas horas, la camilla
se aleja, la mujer sana grita “¡No nos ayudaron! No es justo, mira lo que nos
hicieron”. Se ve al borde de la pantalla que una enfermera saca otro monstruo
en brazos. «Es una suerte que aquella parte enferma engendrara también una
aberración, en algunos meses volveremos con una segunda parte de este
documental para toda la familia.»
Publicado en Revista Escarnio N°54 Simulación II [Julio 2015]
No hay comentarios:
Publicar un comentario