referencia si es un amante solitario y enfermo,
dependiente psicológicamente de animales
imaginarios; en este caso particular, gatos.
Nota 2: Consulta solo referencial.
A.- Con gatos hembra:
Las
gatas con admirables amantes, son perfectamente fieles a sus dueños, se sienten
a menudo incitadas por el olor que traes en los sobacos luego de un día de
trabajo. Las sientes ronronear a tu lado pidiendo atención, les puedes rascar
el lomo con toda confianza, son buenas amantes de hombres solitarios (además, en
contadas ocasiones, pueden ser excelentes amantes lésbicas). Si se encuentran
solas en casa, les encantará excitarse con la ropa que sus amantes han olvidado
sucia en algún lugar de la habitación, envueltas en las prendas sus cuerpos
comenzarán a subir de temperatura, en algunos casos abrirán sus bocas y dejaran
caer un hilillo de saliva, los dedos de cada extremidad se estirarán para luego
contraerse de acuerdo a las pulsaciones de la excitación. Al acabar de jugar
con las ropas sucias, se sentirán satisfechas y dormirán hasta que llegue el
amante, sin embargo, pueden estar largo rato despiertas, especialmente si les
acaricias entre las patas traseras, con un movimiento de vaivén suave o un
pequeño masaje.
B.- Con gatos macho:
El
gato macho es un ser celoso, cualquier acto que denote traición será mérito
para recibir un par de zarpazos en pleno rostro; a pesar de la conducta
vengativa, son cariñosos con sus amantes, para mujeres son las mascotas ideales, les encanta dormirse en tu pecho, entre tus
senos, aunque pienses que el tamaño define el gusto, no es así; mientras tengas
espacio en tu pecho, más a gusto pueden descansar allí acurrucados. Les
encantan las actividades de juego mutuo, tocará tus piernas e intentará colarse
hasta arriba en tu cuerpo mientras estés descansando o leyendo en tu cama. Les
encanta cualquier tipo de juego relacionado con sus dispuestos genitales,
especialmente sus testículos, que siempre parecen turgentes y prestos a que le
acaricies. En soledad buscarán el lugar en que duerme su amante y se arrullará
con el calor que dejaron después de dormir toda la noche. Al llegar a casa te
saludará con la cola levantada, dejando expuestos sus genitales deseosos, no
dudes en tocarlos.
C.- Sobre la escritura amatoria:
Los
gatos que sienten predilección por las máquinas de escribir –independiente del
género– son excelentes para un ejercicio completo y satisfactorio. Los gatos
amantes, con mucho tiempo viviendo en tu hogar son mucho mejores para el
ejercicio. Debe tener plena confianza contigo y, al menos, debe haberse
excitado una vez entre tus ropas. Un contacto inicial de abrazos y caricias es
suficiente, lo próximo será disponer la máquina de escribir con una hoja en
blanco. El gato tomará una posición en donde ambos se sientan cómodos; si
instintivamente el gato se coloca en una posición que te impide escribir o se
mueve constantemente, escogiste al amante equivocado. El amante ideal es aquel
que toma aliento en tus piernas y observa pacientemente algún cambio, él se
sienta o acuesta luego sobre tus hombros, mirando el proceso del texto. Antes
de cualquier movimiento debes excitar a tu gato hasta sacarle un sonoro
ronroneo, además debes encargarte de que sus genitales estén dispuestos al
coito: ambos están listos para un próximo texto. El ronroneo del gato es un
pulso hipnótico que marcará el ritmo en la narración. El movimiento de sus
dedos –contrayéndose y relajándose– señalará los giros de los eventos dentro
del párrafo. La localización de los personajes dentro de la trama la indicará
maullando, de vez en cuando, en cuanto lo crea conveniente: preste atención a
cada uno, si no los escucha con atención caerá en errores e incoherencias
dentro de la narración. Terminado el texto proceda a agradecer a su amante con
una caricia en los genitales, cuidando de no excitarlos demasiado, besando toda
parte húmeda, incitándolo a que acabe de ronronear y comience a disfrutar
plenamente de la masturbación para recompensar su ayuda. Al terminar de acariciar
a su gato, él susurrará el final del texto que usted escribía antes, oiga con
atención, solo lo dirá una vez.
Nota 3: Para más información consulte
el manual extendido.
Nota 4: Jamás permita que su gato lea
esta valiosa información.
[Publicado en Revista Literaria Escarnio N°32]
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