viernes, 24 de febrero de 2017

El sur del relámpago



La acción se sitúa dentro de un submarino sumergido en aguas Antárticas.

(Están durmiendo, tirados sobre la mesa. Se apagan todas las luces del escenario, esta es la señal de que comienza el “programa” –la presentación. En la mesa hay elementos sencillos, una caja negra de transmisiones, la proyectora apagada apuntando al fondo del escenario.)

*Al aire
(5 MINUTOS) Pía: 88° 37´ 51,93” S – 6° 58´ 38,66” O

Daniel: Ya han pasado seis años desde que comenzamos este programa. Enviamos saludos a Deschampsia antarctica y Colobanthus qitensis ¡manténgase erguidas muchachas!
Pía: Desde aquí les saludamos, en la superficie debe prevalecer el caos y el horror, no lo sabemos ni queremos saberlo ¡erguidas muchachas! son lo que sobrevivirá.
Daniel: La temperatura indica que en la superficie acontece algo… (manifestando dudas al intentar caracterizar el fenómeno) particular.
Pía: Nada así ha pasado desde que estamos aquí ¿a qué se debe?
Daniel: Podría ser una tormenta u otra falla del sistema.
Pía: Debería calmar eso a nuestros oyentes, incluyendo a nuestros amigos que ya han sido golpeados por la fría brisa que, suponemos, está haciendo de las suyas allá arriba.
Daniel: Rezaremos para que los dedos de sus manos se congelen antes que los dedos de sus pies.
Pía: No rezaremos por lo que mueran, todos ustedes saben que sobre los hielos se haya el infierno.
Daniel: Aunque podrían estar fallando los instrumentos (pausa) otra vez.
Pía: En cuyo caso no diremos nada que de por muertos a nuestros colegas superficiales.
Daniel: En otros sucesos desde la transmisión de ayer, el periscopio finalmente se retiró de una garantizada vida útil de 25 años.
Pía: Periscopio congelado ¡completamente inútil! La fábrica nos debe 19 años de impecable servicio.
Daniel: No podemos devolverlo, pero sí nos quejaremos a diario desde hoy.
Pía: ¡Eso no sirve! La compañía no nos escuchará.
Daniel: ¿Crees que quejarse no dará resultado?
Pía: ¿Cuándo los ha dado?
Daniel: ¡Llamo a la acción! Compondremos ese aparato ¡son años asegurados de perfecto funcionamiento!
Pía: Componer un sistema roto, congelado (pausa) no hay tarea que requiera más paciencia. Arreglar algo que no debió fallar sería satisfactorio.
Daniel: ¡Hay que hacerlo! (Rápido)
Pía: No desfallecer en el intento. (Rápido)
Daniel: Sortear el obstáculo. (Rápido)
Pía: ¿Qué tenemos para hoy? (Rápido)
Daniel: Diremos algo sobre el ruido que recibimos desde el exterior, diremos algo así como que sabemos lo que tenemos entre manos.
Pía: ¿Y no tenemos nada o existe algo más que debamos solucionar?
Daniel: Hasta el momento nada concreto, pero créeme, algo se esclarecerá hoy (pausa) o mañana o pasado… eso seguro.
Pía: Hoy, mañana o pasado amigos míos, esto se compondrá en breve.
Daniel: En unos momentos volvemos, aquí en RLE-061.

(La proyectora se enciende apuntando al fondo del escenario, aparece una ventana redonda).

*Fuera del aire
         Música: tema “Jingle” / alegre y optimista, cancioncilla pegadiza.
(Seguimos con la cabeza el ritmo de la música, risueños. Conversamos en silencio, moviendo los labios, riéndonos.)
         Fin de la música

(Se apaga la proyectora)

*En el aire

(10 MINUTOS) Pía: 80° 44´ 0,25” S – 20° 47´ 55,27” E
Daniel: Menos diez en la superficie, indeterminadamente menos bajo el agua.
Pía: La esperanza no se pierde. La esperanza no se pierde. La esperanza no (golpe a la mesa) se (golpe a la mesa) pierde (golpe a la mesa).
Daniel: ¿La esperanza de quién?
Pía: Yo no mencioné la palabra esperanza, menos golpeé la mesa esperando que se presentara.
Daniel: Nadie te oirá más que yo, por lo menos aquí dentro. 
Pía: Pedimos a quien nos escuche que nos envíe un mensaje, una señal, algo para saber que están ahí.
Daniel: No pedimos (de pie) ¡exigimos! (sentado)
Pía: Deberíamos seguir con el programa, más de alguien podría reclamar por esto.
Daniel: (Toma un papel, es un mensaje recibido hace tiempo, leer en tono irónico, demostrando el tedio de leer el mismo mensaje a diario) ¡Los días! ¡los días! No puedes ver nada desde aquí, pienso que algo pasa afuera, algo se mueve abriéndose paso a través del agua. Un terrible advenimiento y el desastre, el azul devorando el blanco y las paredes confinando nuestras existencias. Me asomo e intento ver algo, nada he visto, nada ha respondido mi súplica. Pensé en enviar algo más que mi voz fuera de aquí, pensé en enviar una botella con una cinta con un mensaje, con unas letras pidiendo respuestas. 
Pía: (Prendiendo el transmisor, esperando un sonido) ¡Carámbano de salmuera! He dicho ¡silencio!
Daniel: Volvemos en instantes con RLE-061.
(Se oyen mensajes cortados, números, fechas, palabras, ruido de interferencia. Mientras escuchamos intentamos descifrar lo que dicen, hay tono de urgencia, apremio, miedo. Nos esforzamos en oír y lo poco que se escucha claro comienza a preocuparnos, nos inquieta. Nos paseamos, tocamos las paredes del submarino. Nos encontramos frente a frente en el centro del escenario, miramos de lado rehuyendo nuestras miradas. Se apaga el transmisor.)
Pía: ¿Escuchaste bien?
Daniel: ¿Escuchaste tú bien?
Pía: Danger (dongjí)
Daniel: Peligro
Pía: страх (strag)
Daniel: Miedo
Pía: Death (deeth)
Daniel: Muerte
Pía: D-E-S-E-S-P-E-R-A-N-Z-A
(Se enciende la proyectora)

*Fuera del aire
Música: “Poco a poco” / apremio, urgencia, tema que evoque el miedo, una desagradable sorpresa.
(Mientras Pía intenta reparar la señal del transmisor. Daniel toca la proyección, va al mesón y cambia la imagen para luego ir a tocarla en gesto de contemplación, cambia una y otra vez mostrando ansiedad.)
         Acaba la música
(Se apaga la proyectora)

*En el aire
(15 MINUTOS) Pía: 83° 31´ 1,19” S – 121° 23´ 32,42” O
Daniel: Había un movimiento inusitado y el ancla comenzaba a descender con su ruido profundo de cadenas.
Pía: Vi que estábamos rodeados de islitas, que parecían manchas oscuras detrás del gris amanecer.
Daniel: Una luz mortal se abría paso con dificultad, apartando membranas sutiles, desgarrando paños de agua.
Pía: Esos seres venían del agua y vivían bajo ella.
Daniel: ¿Es posible que alguna gran civilización perdida haya desgajado de su tronco estas ramas moribundas y degeneradas?
(Avanzan frente al escenario. Daniel se coloca de frente al público y recita -de memoria-. Pía se sienta con las piernas cruzadas o en silla delante de Daniel, dando la espalda al público. Se ilumina el rostro de Daniel con los pequeños proyectores, agrandando su sombra en el fondo del escenario).
Daniel: Hemos sido desde hace años la parte triste del repiqueteo de la lluvia, escondidos del sol, envueltos en la oscuridad de las dudas, del odio. Saludando al relámpago pasamos con las miradas bajas, avergonzados de lo que no hemos hecho, del destino que no querría nadie para nosotros. Si te preguntara por el defecto en la lluvia, no verías más que confusas manchas nublando tu visión cuando se detienen en los barrotes de tus pestañas. Girando y ampliando las expectativas, en espiral a contrasentido. Tocado por el frío en las profundidades, maravillas como las descritas por navegantes. Gigantes en los confines del continente.
Pía: (Gritando) ¡Bárbaros caníbales!
Daniel: Sabemos asesinaron intentando civilizar, sabemos les inocularon enfermedad a través de mudos besos. Trayendo consigo las ideas del abrigo, del pudor. Si te preguntara por el témpano, dirías que cayeron porque fueron lanzados para matar. Cadáveres amontonados cubriendo las tierras que alguna vez fueron bosque virgen.
Pía: Estropeando sus pieles oscuras, su pelo tieso. Les obligaron a expulsar entre sangres el despreciable progreso.
Daniel: (Gritando) ¡Ropas mojadas incubando la muerte!
(Regresan al escenario, se sientan. Se enciende el proyector)

*Fuera del aire
         Música: “Deshielo” / tristeza, desolación, compasión por los muertos de los que acabamos de hablar.
(Se manifiesta ira lanzando cosas. Alternadamente uno las lanza y el otro las recoge y coloca en su lugar, luego cambian de posición. Repetitivo, tedioso.)
         Acaba la música
(Se apaga la proyectora)

*En el aire
(20 MINUTOS) Pía: 78° 59´ 25,02” S – 98° 58´ 1,44” E
Daniel: La primitiva intención del capitán Guy…
Pía: …satisfecho de su curiosidad, persiguiendo Aurora y estrecho, Magallanes y Patagonia, se ve obligado a ir hacia el sur, buscando islotes que jamás vio. De pie hacia proyectos más importantes, dirigirse al polo es el camino. Emprendió rumbo más allá del mar, encontrando estrellas caídas en el camino, sobre el sendero inexistente de las aguas oscuras, rodeando gigantes congelados que muestran orgullosos sus cabezas.
Daniel: La tentativa del capitán Cook…
Pía: …de ir hacia el sur en busca de algún otro lugar, topándose con bancos de hielo sólido amontonado, cuantas veces caminó a proa contemplando su buque avanzar trabajosamente donde sólo encontró hielo, gruesas capas que impedían su avance. Encontrarse una y otra vez con inmensos campos de hielo que abarcaba íntegramente el horizonte austral, hasta donde alcanzaba la mirada. Había hielo de todas las variedades, algunos, enormes témpanos, de muchas millas de extensión, formaban una masa compacta que sobresalía 18 o 20 pies del agua. Desilusionado e imposibilitado de avanzar, se vio obligado a poner proa al norte.
Daniel: En el extraordinario viaje del capitán Weddel…
Pía: …no deja de ser curioso que, si bien avistaron numerosas bandadas de pájaros y las indicaciones usuales de una tierra próxima, y no obstante haberse observado al sur de la tierra de Shetland algunas costas desconocidas que se extendían hacia el sur, él se mostrara escéptico con respecto a la existencia de tierras en las regiones polares del sur.
Daniel: El avistamiento del capitán Briscoe…
Pía: …de tierra a lo lejos, a través de la nieve, las negras cimas de una cadena de montañas que corría al este-sudeste. Jamás pudo acercarse a menos de diez leguas de la costa a causa del mal tiempo. Retrocedió.
Daniel: (Acercando su dedo al transmisor, encendiéndolo) No quisiera encenderlo, aquellos hombres no habrían dudado un instante, no hubieran esperado (se acercan ambos al transmisor, se oyen números, constante recitar de códigos en volumen fuerte).
(El volumen de la transmisión baja hasta convertirse en un “zumbido”, mantener el “zumbido” hasta que se encienda la proyectora.)
Pía: Cuando el tiempo se detiene envuelto en el hielo, coloreado de violeta, brillando con la breve luz del relámpago.
Daniel: Cuando se ha cerrado toda posibilidad de ver la opacidad del atardecer sobre la superficie, girando lentamente sobre tus pies, buscando la pequeña brecha que nos liberará de nuestro encierro.
Pía: (Levanta un cartel que dice: “La caja dice que no hay posibilidad de volver”).
Daniel: (Levanta un cartel que dice: “La caja dice que no hay posibilidad de volver”)
(Se enciende la proyectora)

*Fuera del aire
         Música: “Los intentos que quedaron” / Resignación y pequeñas muestras de locura.
(Daniel escribe cartas, con la boca gesticula frases “Querida”, “Mis respetos”, “Saludos”, “Buen día”, “Madre”. Tranquilo al principio, escribiendo en papeles, comenzando frases. Luego frenético revuelve todo en la mesa, alzando los brazos, tirando los papeles, arrugándolos con rabia y lanzándolos. Pía recrea las primeras reacciones al comenzar el viaje. Va adelante, mirando coqueta al público, ilusionada con el mar, el viaje. Paseando, tocando todo emocionada, mirando al mar, apuntando.)
         Se acaba la música
(Se apaga la proyectora)

*En el aire
 (25 MINUTOS) Pía: 74° 7´ 28,86” S – 23° 10´ 35,46” E
(Muy lento, con angustia)
Daniel: Le escribimos a padres, madres y hermanos, a quien quiera recibir esta misiva.
Pía: Levantamos las manos para convocar la escritura, levantamos la pluma en gesto sincero.
Daniel: Suponemos que alguien leerá más allá de los hielos.
Pía: Deseamos que así sea, en el sur del relámpago.
Daniel: Escribo porque así lo quiero, sin tener más ambición que la de escribir.
Pía: Tomo cada día un lápiz, un papel en blanco y me vuelco a la tarea.
Daniel: En la madrugada bebiendo té.
Pía: Por la noche acompañada de las estrellas.
Daniel: Durante el día acunando la pluma.
Pía: Al pasar los meses evitando a la gente.
Daniel: Al pasar los años dejando todo lo demás de lado.
Pía: RLE-RLE-RLE
Daniel: ¿Volveremos con RLE-061?
Pía: No lo sabemos ni queremos saberlo.
Daniel: ¿Continuaremos transmitiendo desde la penumbra?
Pía: ¡¿A quién le importa?!
Daniel: Escribimos a quien quiera leer, transmitimos para quien quiera escucharnos; ellos son importantes.
Pía: No sabes si hay alguien ahí.
Daniel: Siempre habrá personas.
Pía: ¿Qué clase de personas? Sólo quedan bestias estúpidas gritando a la luna, aullando por lo perdido, queriendo deshacer todo con borracheras e impertinencias.
Daniel: ¿Qué deberíamos hacer?
Pía: Nada (pausa) bajar los brazos y hundirnos.
Daniel: No dejaremos de hacer las cosas sólo porque afuera todo se pudre asfixiado por el hastío.
Pía: No permitiremos que nuestros esfuerzos sean en vano.
Daniel: ¿Hasta cuándo?
Pía: No lo sabemos ni queremos saberlo.
Daniel: ¡Por siempre!
Pía: ¡Erguidas muchachas! dijimos, para ellas, para nosotros.
Daniel: Es suficiente para mí.
(Se enciende la proyectora)

*Fuera del aire
         Música:  I / Pelea, lucha que se escoge pelear y debe ser ganada.
(Salen adelante, gesticulan rabia, pelean entre sí haciendo sonar las chaquetas, golpeándose, tirando de la ropa. Comienzan a respirar fuerte, jadean, intentan recuperar el aliento. Regresan al mesón y se acomodan para dormir. Estiran brazos, bostezan cansados. Se acomodan sobre la mesa con los brazos doblados a modo de almohada sobre la mesa.)
         Se acaba la música
(Se apaga la proyectora)

*En el aire
(Se desperezan brevemente, golpean sus rostros con ambas manos, agitan la cabeza intentando despertar rápido).
(30 MINUTOS) Pía: 73° 49´ 7,36 S – 39° 3´ 34,18” O
Pía: ¿Recuerdas cómo llegamos aquí?
Daniel: Todo viaje guarda similitud con otros viajes. Otras personas que tomaron decisiones distintas también caminaron por aquí.
(Todo en tono reflexivo)
Pía: (Recordando) Acababa de mirar el reloj. Las tres de la mañana. Entonces levanté la vista. Y algo así como un golpe cegador, proveniente de algún lugar interno, me hizo estremecer.
Daniel: Fue como si me hubieran herido los ojos y mi alma se trastornara. Una explosión de luz blanca había surgido en el confín y esa luz se transformaba luego en notas de una sinfonía perfecta.
Pía: Debí cubrirme la vista, y apoyarme fuertemente de las cuerdas del barandal. Cuando pude ver de nuevo ya era un ser distinto, habiendo sufrido ese golpe imprevisible, que la luz del nuevo mundo me dio en el centro del ser.
Daniel: Entretanto, afuera, aparecía todo cambiado. La niebla, esfumada como por milagro y, al frente nuestro, se encontraba la Antártida, con su indescriptible presencia.
Pía: Montes de hielos, tenues nubes, praderas de nieve, barrancos insondables; un mundo desconocido, infinito, viviendo en un cielo diáfano, en una luz sutil y violenta.
Daniel: La fragata avanzaba entre témpanos dispersos, teniendo delante las cumbres. Y el cielo era de un azul transparente y frío. Los pájaros lo cruzaban siempre. La inefable existencia de ese contorno parecía estar envuelta en la música que surgía de sus abismos y de los seres invisibles y radiantes que viven en sus cimas pálidas.
Pía: Como aves, mis ideas también se fueron. Ya no podíamos pensar como antes. El golpe de luz de la Antártida quema el alma y enceguece.
Daniel: El bautismo de su luz transforma al ser que habrá de cruzarla. El mundo de los muertos y de las sombras ha sido sobrepasado.
Pía: Y si el peregrino retornara a él algún día, se transformará…
Daniel: …en Estatua de Sal. O bien terminará deshecho como un iceberg en climas ardientes.
Pía: Será como un vivo entre los muertos, recordando su patria natal.
Daniel: El sol caía frío en la atmósfera radiante y el buque se deslizaba disminuyendo su marcha en un mar apacible. Lejos, se veían pequeños témpanos. Los pingüinos continuaban saludándonos con sus saltos acuáticos; dos o tres pájaros planeaban por encima de la gaviota negra del radar.
Pía: El aire estaba aún inmóvil y delgado. Al aspirarlo sentía el olor del frío, y el olor sin olor del hielo, la falta de olor cielo y del vacío. Por la nariz, hasta los pulmones, penetraba algo cortante y las pequeñas partículas vibrantes de la luz me hacían sentir etéreo y me embriagaban.
Daniel: En ese estado, sumamente lúcido, percibía el monte esbelto que tenía a mi frente, al otro lado del mar, tan parecido a uno de nuestros volcanes de las regiones del sur. Sin embargo, qué distante y qué diferente de ellos.
Pía: ¿Podría decirse que esto continuara siendo el sur, o tuviera realmente algo que ver con la Tierra? La visión era más bien la de otro planeta.
Daniel: Arriba, el cielo estaba cruzado de temblores de luz y, a pesar de la tarde avanzada, permanecía azul como el mediodía. El mar, suave, movía unas pequeñas olas sobre la playa de guijarros
Pía: Lejanos, avanzaban unos témpanos blanquísimos. Navegaban en paz hacia la entrada de la bahía.
Daniel: Alcé de nuevo el rostro. Allá, en la línea del horizonte, vi un cielo gris, cuyas nubes empezaban a ascender. Y entre ese cielo y el mar que lo limitaba, se extendía una franja roja, igual que de sangre o de incendio violento.
Pía: Frente a mí tenía el mismo cuadro: cercanos a mis pies se movían los pájaros grises, de cuellos rojos. Y hasta las lejanas piedras, salpicadas de nieve, eran tocadas por las olas.
Daniel: Mucho tiempo permanecí sentado aún sobre esa roca, mientras la luz de la noche se acercaba, recreando el eterno día.
(Se enciende la proyectora)

*Fuera del aire
         Música: Pucha / Evocar recuerdos de una vida distinta, pero no mejor. Guiños a la situación, cansancio.
(“Arreglamos” a las personas del público, como quien acomoda una mesa o una silla, como si no estuvieran ahí: les tocamos el pelo, los cuellos de las camisas, reordenamos las manos, las carteras, las mochilas. La idea es provocar incomodidad. Siempre con mirada ausente, como si no fueran personas. Nos acercamos a la mesa)
         Se acaba la música
(Se apaga la proyectora)

*En el aire
(Tomando aire, intentando recobrar las energías. Suspirando con resignación, demostrar que a éstas alturas del programa, todo se hace porque debe hacerse, no porque quieran terminarlo.)
(35 MINUTOS) Pía: 72° 6´ 23,82” S – 112° 46´ 50,43” O
Daniel: Siempre tuvimos en mente la idea de huir.
Pía: Siempre supimos que debíamos irnos a mejores lugares.
Daniel: Siguiendo nuestros deseos de escapar del pantano en que se había convertido nuestro hogar.
Pía: Intentando viajar en la búsqueda del valle con atardeceres cálidos y preciosos cielos claros.
Daniel: No pueden juzgarnos por no intentarlo.
Pía: Lo logramos (pausa) de cierto modo.
Daniel: Quizás acabemos aquí, atrapados, como antes, pero de un modo distinto, uno que no imaginamos.
Pía: Se quedaron todos vagando de aquí para allá, inquietos sabiendo que debían irse…
Daniel: …pero sin saber a donde.
Pía: RLE-061 complace al presentar…
Daniel: 60 datos útiles sobre todo lo demás…
Pía: “Las palomas como las personas devoran los granos de arroz sin permiso alguno, no como los perros que esperan a que les den de comer en sus fieles bocas”.
Daniel: “Aparentas la nube sentada con los ojos en el vacío.”
Pía: “Caminas cuidadosamente entre los trozos del sueño.”
Daniel: “Y cada instante es mejor y menos importante. Con un cigarrillo en la boca y con miedo a veces.”
Pía: “Cruza todos los días la plaza en el mismo sentido. Es hermosa. No alta ni baja, tal vez un poco gruesa.”
Daniel: “Es ése, su plano mágico, sólo hay luz y oscuridad danzante.”
Pía: “El lugar quedaba vacío, muchas de las personas que observaban se marcharon, debían hacer otras cosas o burlarse de alguien más.”
Daniel: “¡Sueños! ¡adoraciones! ¡iluminaciones! ¡religiones! Todo el cargamento de mierda sensible!”
Pía: “Tom deslizó la botella debajo de su almohada. Era moscatel.”
Daniel: “Sucintamente, te percibes solo, tomando pílsener, sorbiendo torpemente, probando sintéticos trozos plásticos.”
Pía: “Dorada hormiga veloz vuelva al heno ahora extendiendo sus antenas a través del matorral del tiempo.”
Daniel: “Durante el mes siguiente utilicé las ocho ampollas que no había vendido.”
Pía: “Recoge en la sala del cerebro las filas inagotables de los amados.”
Daniel: “Ese saldrá ganando. No saldrá perdiendo. No se asomará por la ventana. No pronunciará su nombre.”
Pía: “Mi olfato se expande. Se agranda en tu cabeza, se agiganta en tu calavero pubis, se acrecienta en tus piernas.”
Daniel: “Tengo tanto que decirte y todo tendrá que ajustarse a instantáneas de tarjeta postal –y dividirse allí enseguida.”
Pía: “Velodenovia para la respiración del universo, mi más querida flor recién nacida.”
Daniel: “Dieron a otros gloria interminable los dioses.”
Pía: “La estrella de mar sigue ahí, en la playa, síntesis y partida. Dialéctica secreta y, sin embargo, tan próxima, tan accesible.”
Daniel: “…de la pieza corres al rey de tu alma pasando de trono de chacras a caballo sin vuelo.”
Pía: “Este fuego es el que ahora actúa cuando ella es poseída, es un fuego inextinguible”
Daniel: “En esta vida el morir no es nuevo y el vivir, por supuesto, no lo es.”
Pía: “La obtención de cannabis puede representar algunas dificultades”
Daniel: “Aquél fue el último acto racional que realicé.”
Pía: “Un milagro había reunido nuevamente a los enamorados.”
Daniel: “Yo no sostengo ninguna teoría: simplemente me limito a dar una información subjetivamente completa.”
Pía: “Al día siguiente nuevamente habíamos dormido poco.”
Daniel: “Su mano sutil enciende cada instante la varita escondida.”
Pía: “Nada dicen los dioses sobre el día que sigue.”
Daniel: “La isla está hecha de un solo bloque de piedra de este nombre.”
Pía: “Miras igual que lobo y solamente perforas frutos oscuros.”
Daniel: “La telaraña en el prado, un alma que se condena por una mirada.”
Pía: Vivimos “las últimas reverberaciones de la vanguardia artística y poética.”
Daniel: “En un baúl o dentro de un mueble ébano precioso, colocaré y guardaré las ropas de mi vida.”
Pía: “Aparté mi mirada del horrible espectáculo.”
Daniel: “Comenzó una pesadilla. Muy lejos, estaba la figura del hombre postrado, echado de espaldas en la estera.”
Pía: “Las redes gris doradas de la luna hacen de la noche un velo.”
Daniel: “Y si estos ensueños no probaran que cruzas con suaves gestos.”
Pía: “En la actualidad muere cada día en la ciudad de La Serena.”
Daniel: “El arrendador del bar me aseguró que era un local limpio y bien distribuido.”
Pía: “Un escalofrío penetra la ataraxia de Lorimer. Once mil, punto. Esa es la verdadera población de la Tierra ahora.”
Daniel: “¿Sabes una cosa? Ya no se pueden enviar besos por correo.”
Pía: “Diferente al histrión que en el gesto evocaba.”
Daniel: “Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte.”
Pía: “Primero debo rociar polvo de hadas sobre ti.”
Daniel: “Te ejercitas con el bolígrafo de punta retráctil como con la hipodérmica el aprendiz practicante.”
Pía: “En la morgue, abajo, porque ahí me dejaron, con los muertos, sí.”
Daniel: “Los pálidos huesos legados de los cadáveres puestos en el ataúd.”
Pía: “Corre entre las piedras, persigue lagartos, de vez en cuando se detiene y observa todo.”
Daniel: “El puente en medio de la noche blanquea como la osamenta de un buey.”
Pía: “Había desaparecido completamente de la faz de la Tierra. Puta el güeónpao chistó Brian, abriendo otra de sus latas de cerveza.”
Daniel: “Me tragué el ajetreo y la destitución, tragué puentes peatonales, la vida cubierta de moho.”
Pía: “La poesía no me sirvió de nada.”
Daniel: “Ahora me queda una sola duda, ¿Quién será el siguiente afortunado  humano  que me acogerá en su cabeza?.”
Pía: “Me hice algunas preguntas sobre la dirección del viento, era necesario balancear el stand by
Daniel: “El Corazón de Oro pendía inmóvil en la vacía desolación del espacio. La Galaxia enviaba el brillo de un billón de alfilerazos en torno a la nave.”
Pía: “La mujer tiene un sueño, el deseo imposible de devorar el mar.”
Daniel: “Desde esta mesa puedo ver la noche afilada más allá de mi reflejo.”
Pía: “A veces sueño. Sí, a veces lo hago.”
Daniel: “90.000 barriles diarios de petróleo en una estrella.”
Pía: Usamos métodos convencionales como el azar y la adivinación.
Daniel: Y poco convencionales como el raciocinio.
(Se enciende la proyectora)

*Fuera del aire
         Música: II / Momento de reflexión por el pequeño homenaje a la revista.
(Conversamos un rato, en silencio, jamás nos reímos.)
         Se acaba la música
(Se apaga la proyectora)

*En el aire
(Recuperamos la compostura, nos quitamos de encima la melancolía.)
(40 MINUTOS) Pía: 71° 19´ 58,70” S – 148° 0´ 25,61” E
Daniel: Seguiremos aunque todos hayan desaparecido.
Pía: Permaneceremos y eso es todo.
Daniel: Avanzar entre los hielos.
Pía: Mirar al cielo de vez en cuando, en cuanto podamos.
Daniel: RLE-061 cierra su transmisión de hoy.
Pía: RLE-061 se despide de su, quizás, último viaje.
(Se enciende la proyectora)
 
*Fuera del aire
         Música: III / Ya ha terminado el programa y nosotros queremos estar en paz, ya nos hemos resignado al posible final de todo esto.
(Conversamos un rato, en silencio, jamás nos reímos.)
         Se acaba la música
(Se apaga la proyectora)

*En el aire
Daniel: ¿Cuáles son las coordenadas?
(45 MINUTOS) Pía: 64° 19´ 39,83” S – 65° 15´ 25,84” E
Daniel: ¿Qué quieres hacer ahora?
Pía: (Hacen como que encienden un radio) Acompáñame.   

*Fuera del aire
Música: IV / Música de baile de salón.
(Avanzan al frente del escenario. A modo de anuncio de la locura envuelta en resignación, deciden sin hablar despedirse. Caminan alrededor del escenario y con vergüenza se acercan al centro, sonríen, se ríen fuerte, sin querer acercarse o tocarse. Toman la postura de un baile de salón, se mueven lentamente, a lo largo de escenario y entre las filas donde está el público).  
Acaba la música.
Se apaga la proyectora.
(Se acercan a la mesa y se duermen)
(Se encienden todas las luces para indicar que todo ha acabado)

*****
Presentación “El sur del relámpago” literatura sobre la Antártida, presentación de Revista Escarnio N°61 en XXXI Feria del Libro de La Serena 2016, 3 de febrero.
Nuestros agradecimientos a: Felipe Cortés, Roverto Aguirre, Mauricio Rojas, Carlos Wong y Rigoberto Orrego por componer la música para la presentación.

No hay comentarios: